post hoc

Antes de comenzar y para evitar confusión me voy a referir a la suerte en forma de sujeto ( femenino).
A veces nos sentios tan dependientes de ella, y hasta la hacemos responsable tanto de nuestros triunfos como de nuestros fracasos.
Hace unos días delirando con German luego de una extensa cátedra de termodinámica, salió ese pequeño comentario acerca de la tan afamada y difamada fortuna.
El debate se desato ya que, mi querido amigo, es partidario de una postura muy estadística, mientras que yo por otra parte, estoy oscilando entre la probabilidad y el “salto de fe” hacia la causalidad.
Durante un lapso tiempo intentamos convencernos, muy enérgicamente , y apoyándonos en nuestro historial , el como tener mayor control sobre una situación dterminada.
Podemos pensar en ese escenario como un modelo matemático, donde todas las variables se tienen en cuanta, y algunas con mayor peso que otras.
Asi fue como apareció el dilema; que peso tendría ella ??? Cual seria su dependencia??? Como afectaría ella al resto de las variables; que hasta ese momento eran completamente arbitrarias?
Al hablar de modelo, hablamos de flexibilidad, y el considerar una u otra de las variables “relevantes”, depende exclusivamente de su creador.
Entonces podemos suponer que esa variable azarosa decrece en relación al a aumento de la preparación del individuo, de su impulsividad, a la experiencia de este en ese matiz de momentos, y de que tan bien pueda manejar la información “consistente” que se le presenta. Pero ese caprichoso descenso siempre condena a las demás consideraciones e indudablemente afecta esa secuencia temporal.
Podemos pensar que ella es una verdadera falacia, por que si no, de que manera logramos estar preparado para todo??.
Lo que siempre me sucede, es que al intentar prever una situación con anterioridad, evalúo “todas” las posibles jugadas, todos los atajos y recovecos que puedan aparecer, para intentar una mejor intervención o al menos, una buena adaptación. Y no me pregunten como, pero siempre siempre siempre ocurre aquello en lo que no había pensado.
Ahora bien, tampoco pudimos hacer la analogía con un partidito de ajedrez, ya que no hay oponente mas difícil que el destino para anticiparnos a su jugada. Es por eso que me gusta pensar que somos arquitectos de nuestro camino y esclavos de nuestras acciones, y que toda acción repercute directa o indirectamente en el medio que nos rodea.
Puedo ahora, compartir algo desde mi propia vivencia, ya que hace unos años, un suceso bastante “confuso” creo una agradable bifurcación en mi caminito, me separo un poco los parpados, y como alguna ves comente, preparo el terreno para una nueva cosecha. Este, en consecuencia, altero mi circulo de amigos, mi filosofía de vida, y de repente nuevas puertas comenzaron a abrirse ...
Yo no me quiero extender mucho mas, por que dudo que me valla por las ramas, y es mas probable que empiece a saltar de árbol. Solo dejo unas frases que ami parecer estan bastante acorde a la situación...

A los preparados no se les desea suerte: sólo éxitos; la suerte es para los indecisos: él éxito para los arriesgados.

La suerte no es más que el meditado cuidado de todos los detalles

El azar favorece a una mente preparada

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