Un tormenta impecable, que alimenta nostalgias hipnóticas, en una noche donde voces lejanas se rompen huyendo de mi egoísmo. Con el alma mutilada iba escupiendo lo que intentaba comunicar, mientras no dejaba de perderse entre preguntas y desquites.Ya no sucumbimos inmersos en un sofá, llenos de lágrimas hondas y con sueños aniquilados por la utopía de mi especie; hoy compartimos un destino incierto entre lo que existe y lo que no, dos historias en caminos paralelos que no dan tregua al desencuentro.
No pretendo como vos, desandar el camino transitado, retornar de los viajes compartidos, ni las noches enredadas; no pretendo un olvido sin retorno a la memoria.
Calan hondo los recuerdos de un tiempo que mi propio accionar destruyó, el intento de correr hacia atrás me resulta tan imposible como lidiar con las artimañas de mi toxico inconsciente; así se siente el arrepentimiento.
Padeciente de una contradicción constante entre lo dulce y lo amargo cobijado por intentos fallidos, hasta que no hubo perdón que te alcanzara. Y la impotencia se hacía tan grande, aún sabiendo que si colapsamos no existirían sucursales ni escondites.
Como querer amarte, mientras mi mente no puede desalojar su inquietud y tengo un corazón que no alcanza tu compás.
