Sublime pero letal

Bajo esta noche encapotada, sin rastros de estrellas y sepultada bajo una helada niebla, tu imagen morena corrompe mi sueño, y tu breve recuerdo incentiva a mi mente a sumergirse en un viaje, que en realidad, no puedo ensayar…

El nombre de una nueva y extraña mujer sacude mi curiosidad, letras previas que me llenaban de incertidumbre, y un arreglo entre ajenos que alimenta mi ansiedad.

Intentaba comprender como nacería el nuevo tiempo, pero insuficientes momentos limitaban mi imaginación y generaban vagas preediciones; no como de costumbre.

Una vez dentro del decorado, escalo interminables escalones de un precario aspecto, advirtiendo que en la cumbre de ese palacio de curanderos posaba un fantasma con silueta en crucigrama, sin vos ni sonrisa. Una puerta que gira, lenta pero inexorable al compás de los minutos, y mis suspiros que rebanan el aire ante la perturbadora belleza de una mujer que rompió con todos mis bosquejos.
Nos encontrábamos entre ellos, rodeando una mesa y nadando entre miradas e indirectas, pero yo solo buscaba en tus ojos una señal que arranque a mi mente de esa tierra de incertidumbres; una señal que zigzagueaba entre dos realidades diferentes. Las horas eran un testigo abstracto de un juego de palabras cuya única utilidad fue matar el tiempo compartido, un juego que encontró el fin entre lágrimas y submarinos. De pronto, me encontré solo frente a vos, inmerso en una pequeña pero frágil burbuja, parloteando de historias de verano, mientras una barra con suerte a muralla se interponía entre nuestros cuerpos.
Mi agenda increpaba el momento, tenía que marchar, pero no podía dejarte, y decidí caer pro primera vez esa noche. Tus estrellas estaban contadas, pero necesitaba tentarte con la propuesta, aspiraba a extender nuestra mutua compañía en un escenario completamente diferente.
Tu respuesta no tardo, y las piruetas que lograba mi estomago impedían disimular mi alegría y asombro ante tu acuerdo. Montados sobre un falso coche llegamos al último round. Nos encontrábamos sitiados entre tortas, velas y ebrios camaradas, a si que sostengo tu mano para intentar escapar hacia algún recoveco. Siguiendo las reglas absurdas, el miedo que se escurría de la inseguridad animaba al maldito silencio. Pero, tanto tiempo esperando esto como para dejarlo suceder sin antes dar un paso más. Sin preguntas, sin palabras de por medio, sin siquiera una hipnótica mirada, intente rozar tus labios, y solo me tope con un incomodo vacío; me deje caer por segunda vez y termine herido. Ahora te quieres ir? Quizás no hay nada mas que te interese de mi, quizás nunca lo hubo. Ahora, parece que esa noche transite en una realidad diferente a la tuya; no pude predecir ese resultado. En ese momento mi mente creo el peor espejismo para mi corazón, y ahora tengo que despedir a mi memoria, para buscarte un lugar en el olvido; es así como tenia que terminar esta “historia”.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Conan no tan barbaro...se levanta algo con esto??
Me pongo un blog me fumo un caño y escribo!!!
No te preocupes no le voy a decir q no sos tan duro

julio 26, 2007 3:56 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Poetica descripcion de una situacion que viviste, disfrute leerlo. Unas bellas piernas despertaron las musas poeticas de mi bohemio amigo...

agosto 06, 2007 11:24 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Zazu...sos un looser y envidioso, poca personalidad..no critiques lo que envidias

agosto 08, 2007 10:54 p. m.  

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